Excelente relación calidad-precio: apartamento en el casco urbano con un supermercado al otro lado de una calle con la que hace esquina, y en la otra un hermoso parque con un orquidiario. El piso es cómodo y amplio con tres habitaciones, aunque las dos interiores que dan al patio de luces tienen poca corriente de aire y sería aconsejable que dispusieran de un ventilador. La cocina está muy bien equipada y en el menaje casero hay hasta plancha con tabla. Tanto en el baño como el el aseo se puede disponer de una ducha tras la vuelta de la playa. El salón cuenta con dos sofás grandes y cómodos, televisión y aire acondicionado, que para mí era casi indispensable pero que, una vez allí, comprobé que casi no lo llegamos a utilizar porque es una estancia fresca por la corriente de aire con la cocina; además tiene terraza con toldo y buena orientación para no recibir el sol de frente. El edificio cuenta con plaza de garaje y piscina comunitaria, aunque ésta última es pequeña y no tiene espacio de césped alrededor.A dos pasos del centro del casco urbano y de la playa (tranquila, vigilada y sin aglomeraciones, aunque con escalón y oleaje en los días en que estuvimos: es recomendable acercarse en coche hasta la playa de La Escollera a hartarse de coger conchas con los chavales). Hay suficiente restauración en la zona (buenas frituras de pescado) por la C/. Terraza (la ruta habitual que te dirige al centro de Estepona y a la playa. Por cierto, Estepona, para los que no lo conozcan, a pesar de su caracter costero, conserva en su casco el tipismo andaluz y marinero que otras localidades han perdido. Es una delicia recorrer las calles engalanadas de macetas en las fachadas y de casas rurales con ventanas enrejadas a un paso del ambiente de bullicio comercial y turístico.
La relación tanto con el propietario como con su hermana ha sido muy satisfactoria y útil y la comunicación con el primero, rápida, seria y efectiva.
Definitivamente ha sido una visita muy satisfactoria por nuestra parte y no descartamos volver a realizarla.